15 jun 2009

La ley de Murphy ataca al matrimonio

Sus deseos de amar aumentarán a medida que los de su cónyuge disminuyan.

Para cuando el deseo de su cónyuge haya aumentado considerablemente, usted ya se habrá masturbado.

Si su cónyuge goza demasiado, es porque está fingiendo.

Si hace mucho tiempo que sus amigos y/o parientes no lo visitan, póngase a hacer el amor. Medio minuto antes del clímax aparecerán todos ellos.

La cama de su dormitorio hará más ruido el día que la casa esté en absoluto silencio y llena de gente atenta a sus movimientos.

¿Cómo hacer el amor con su esposa, que siempre pone excusas? Llegue agotado del trabajo y ese día ella tendrá muchísimas ganas.

En el momento de mayor desenfreno alguien tocará el timbre con insistencia, o sonará el despertador, o llamarán por teléfono, o por el portero eléctrico, o todo junto.

Siempre habrá otro que ya le hizo antes a su pareja lo que usted pretende sea una novedad. Y, con seguridad, se lo habrá hecho mejor.

Su mujer siempre le reprocha a usted el quedarse dormido después del amor, ignorando que ese hecho es parte de la naturaleza del hombre. Pero cuando usted se esfuerce y permanezca despierto, acariciándola, mimándola e inclusive preparándose para el segundo, ese día, ella se dormirá.

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