Estaban varios viejitos en una celebración.
Uno de ellos, se levanta y anuncia:
"Cuando me muera quiero donar mis ojos".
Otro se levanta y dice:
"Cuando me muera quiero donar mi hígado".
Todo el mundo empieza a decir lo que va a donar cuando se muera, y ya
solamente queda por hablar un octogenario. Le llega el turno y muy
serio don Jaime declara:
"Cuando yo me muera voy a donar mi pene".
Todos los presentes exclaman:
"Que generosidad, que maravilla, nunca alguien se habia ofrecido para
donar eso!"
Todos gritaron:
"¡Viva don Jaime que va a donar su pene!"
Con el fin de felicitarlo, todos empiezan a gritar:
"¡Qué se pare! ...¡Qué se pare!",... ¡Que se pare!!
Y don Jaime con una sonrisa dice
"¡Sí se para ...no lo dono!!!!!!!! !
17 mar 2010
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